En este texto bíblico, podemos notar la curiosidad de Moisés por el fuego en la zarza que no la consumía, notamos que podemos darle dos significados a la palabra curiosidad, una el deseo de ver, conocer, saber, aprender, que es lo que podemos deducir que deseaba Moisés: el otro significado es el curiosear, saber algo que no nos concierne, un asunto privado. Nosotros como docentes debemos ser como Moisés, debemos conocer y saber mas de nuestros estudiantes ya que en ocasiones presentan pruebas o situaciones difíciles; que no se demuestran abiertamente.
Pero si somos curiosos como Moisés, podemos detectar que algo pasa, y es ahí donde se ve la esperanza de colaboración, de unión, de solidaridad, el de escuchar a nuestros niños, para brindar ayuda, que tanto necesitan.