Los cristianos somos llamados a tener esperanza por la promesa de salvación, tenemos la fe de que con Dios en nuestro corazón nada es imposible y todo en nuestra vida caminará por el camino indicado.
Como educadores de Sion estamos llamados a tener el compromiso de sembrar en nuestros estudiantes la semilla de la esperanza y guiarlos para que sean ejemplo a los demás viviendo una vida con creencias que los lleve a ser transmisores de esa esperanza a todos los que nos rodea con la intención de llegar a tener una mejor sociedad cargada de valores y ser cada día mejores personas y mejores cristianos.
Que nuestra esperanza nunca se apague y que siempre resplandezca la semilla de la esperanza en nuestros estudiantes.
Por Rosibel Vargas Coto, Johana Brenes Madrigal Escuela Nuestra Señora de Sion Turrialba, Costa Rica